¿Qué cepillo de dientes debo de usar?
Paradójicamente, algunos trastornos bucodentales pueden ser ocasionados por unas pautas incorrectas de cepillado de dental o por el uso de un cepillo de dientes inadecuado.
Veamos un ejemplo: cuando nos sangran las encías, esto puede ser la consecuencia de una gingivitis bacteriana, pero también un trastorno causado por cepillarnos la dentadura con excesivo ímpetu o con un cepillo dental cuyos filamentos son demasiado duros.
Así que los profesionales de Biogasteiz, tus dentistas en Vitoria de confianza, vamos a enseñarte cómo escoger el cepillo más adecuado para tu caso particular y cómo debes lavarte los dientes para lograr la máxima efectividad, sin perjudicar a tus encías y piezas dentales.
Las durezas de los cepillos
En el mercado disponemos de cepillos cuyas cerdas o filamentos tienen distintas durezas:
Cepillo blando
Es el cepillo de primera elección. Los cepillos blandos son altamente eficaces si la operación de cepillado se realiza correctamente.
En adición, son los más respetuosos con las encías y el esmalte dental.
Cepillo duro
Pensados para quienes tienen propensión a las manchas dentales (por ejemplo, los grandes fumadores), su uso implica los siguientes riesgos:
- Sangrado de encías
- Retracción de las encías
- Problemas de sensibilidad dental (si se emplean habitualmente con fuerza para eliminar manchas dentales pueden debilitar el esmalte de las piezas dentales)
Un problema añadido si se debilita el esmalte es que los dientes adquieren coloración y manchas con más facilidad.
Por tanto, no es aconsejable utilizar cepillos de filamentos duros.
Cepillo de dureza media
Si no se ejerce excesiva presión al cepillarse los dientes, los cepillos de dureza media son una opción para los fumadores habituales y para aquellas personas cuyos dientes tienden a adquirir coloración con facilidad.
¿Mejor el cepillo de dientes manual o el eléctrico?
Ambas opciones son válidas y eficaces. Sin embargo, el cepillo eléctrico penetra con mayor facilidad en los espacios interdentales y en las zonas difíciles (como las muelas posteriores). Esto ocurre gracias a la vibración o rotación del cabezal.
Una novedosa opción son los denominados cepillos ultrasónicos, que incorporan un sistema que emite ondas sónicas de alta frecuencia.
Cómo debo lavarme los dientes
Conozcamos las pautas a seguir para que nuestra rutina de higiene dental sea completa y eficaz:
¿Cómo usar un cepillo de dientes correctamente?
Los dientes han de cepillarse con movimientos verticales (hacia arriba y hacia abajo). Así los filamentos del cepillo extraen la máxima cantidad de restos de los intersticios de dientes y encías.
La fuerza aplicada durante el cepillado ha de ser moderada. Un exceso de fuerza en el cepillado puede acarrearnos futuros trastornos de encías. Y si, además, usamos una pasta blanqueante abrasiva, el riesgo se extiende al esmalte dental.
Conque si tienes manchas en los dientes, sarro o coloración dental, olvídate de intentar eliminarlos mediante un cepillado enérgico. La visita al odontólogo es la opción más eficaz y segura.
¿Cuántas veces debo lavarme los dientes?
Lo recomendable es hacerlo tres veces al día, tras cada comida principal.
Sin embargo, si es tu costumbre ingerir bebidas muy azucaradas o comer dulces entre horas, te recomendamos que te cepilles los dientes después de hacerlo. El azúcar es un auténtico elixir de la vida para las bacterias que habitan en tu boca.
Si estás en un lugar público y no dispones de cepillo, al menos enjuágate la boca con abundante agua para eliminar los restos azucarados.
La seda o hilo dental
Es necesario pasar seda o hilo, una vez por día, en los espacios intersticiales de encías y dentadura. De esta forma eliminamos la placa bacteriana adherida a esas zonas, dificultando que esta penetre en las encías.
La seda dental y el hilo son las herramientas más eficaces a la hora de prevenir el desarrollo de gingivitis y periodontitis.
Los cepillos interdentales
Los pequeños cepillos interdentales son un complemento al uso de la seda dental, pero no la sustituyen.
El colutorio
Tras cada maniobra de cepillado, es necesario enjuagarse la boca con un colutorio que incluya un principio activo antibacteriano. El enjuague debe realizarse durante 30 segundos y no debe diluirse en agua el producto.
De esta forma completamos la acción antibacteriana del cepillado dental y del uso del hilo dental.
Los irrigadores dentales
En el mercado ya existen irrigadores dentales para uso doméstico. Estos dispositivos realizan un lavado de los intersticios dentales mediante la inyección de agua a presión.
Pueden ser una alternativa para aquellas personas que experimentan problemas de sensibilidad o sangrado excesivo cuando pasan el hilo dental.
Su uso ocasional (una o dos veces por semana) es beneficioso en el resto de casos. Y si nos acostumbramos a usarlos una vez al día, mejor que mejor.
Los limpiadores linguales
La lengua suele ser la gran olvidada. Dado que ahí también anidan las bacterias, es recomendable cepillársela al menos una vez al día.
Puede hacerse con el cepillo convencional o utilizando un limpiador lingual, un instrumento diseñado específicamente para ese fin.
Ahora ya conoces la forma correcta de realizar tu rutina diaria de higiene dental y cómo elegir el cepillo de dientes adecuado. Y si, tras adoptar esas pautas sigues experimentando sangrado de encías, contacta con tu dentista de confianza en Vitoria: en la Clínica Biogasteiz diagnosticaremos la causa y te propondremos un tratamiento eficaz.