¿Por qué tengo llagas en la boca?

 

Las llagas en la boca pueden llegar a ser muy molestas. Si alguna vez has tenido una, ya sabes lo dolorosas que pueden ser cuando comes o te lavas los dientes. Son heridas que salen en el interior de la boca y que pasadas dos semanas más o menos desaparecen sin dejar marca, siempre y cuando no se infecten.

Esta dolencia es una de las consultas más comunes realizadas por nuestros pacientes en el dentista en Vitoria, por lo que en este artículo intentaremos dar respuesta a su origen y a cómo podemos tratarlas. Las llagas, también denominadas aftas, son unas pequeñas lesiones de forma redondeada y de color blanquecino que suelen mostrarse enrojecidas alrededor. Dos o tres días antes de aparecer provocan picor y ardor y pueden salir en grupos o de una en una. Es importante destacar que no son contagiosas y que generalmente desaparecen solas y no es necesario llevar a cabo ninguna actuación (solamente en caso de que se sean muy grandes y molestas o de que se salgan muy a menudo).

Aunque sean muy dolorosas, no hay que preocuparse demasiado: no son graves. Pero si no se curan en el transcurso de dos semanas debes acudir a la clínica dental en Zabalgana para que tu médico estudie la posible existencia de una enfermedad latente. El dictamen pasa por realizar un análisis de sangre y en algunos casos una biopsia de la herida.

 

¿Por qué salen llagas en la boca?

A día de hoy se desconoce la causa de que salgan llagas en el interior de los labios, la lengua o las encías. Los estudios que se han realizado sobre este tema solamente destacan que pueden producirse por una reacción inmunológica ante las bacterias de la flora bucal. No obstante hay otras causas que facilitan su aparición:

  • Traumatismos provocados por braquets, por el cepillo de dientes o por una mordedura involuntaria.
  • Cambios hormonales. La incidencia es mayor entre las mujeres.
  • Genética. Puede existir una predisposición familiar.
  • Carencia de vitaminas. Es posible que te falte vitamina B12. La encontrarás en los productos lácteos, la carne, los huevos y el pescado.
  • Estrés. Es importante intentar controlarlo para evitar las llagas.
  • Algunos alimentos como la piña y las nueces, pueden provocar la aparición de aftas en la boca.
  • Alergias o intolerancias alimenticias.

Es muy importante controlar la evolución de las llagas y algunos síntomas como la fiebre o la inflamación de los ganglios linfáticos. Si además, las heridas se extienden, duran demasiado tiempo o no toleras el dolor que te provocan, debes acudir cuanto antes a la clínica dental en Vitoria. Ten cuidado a la hora de vigilar las heridas, ya que algunas veces equivocamos las llagas o aftas con los herpes porque tienen un aspecto muy similar, pero no son lo mismo. Los herpes son una infección causada por el virus del herpes simple se localiza normalmente en los labios y permanece latente hasta que se activa. Suele estar acompañado de malestar y temperatura elevada, sobre todo en los niños. Los herpes, además, son contagiosos, por lo que hay que intentar evitar compartir cubiertos u otros utensilios que toquen la boca.  Las llagas, por el contrario, aparecen en la parte inferior de la boca, no provocan fiebre ni desasosiego y tampoco se contagian.

 

¿Cómo curar las llagas?

La mayor parte de las úlceras bucales no requieren tratamiento porque, como ya hemos avanzado, suelen curarse solas en un plazo de entre una semana y 15 días. Pero lo que sí se puede hacer es actuar frente a los síntomas para que las molestias sean más llevaderas. En este caso, el dentista en Vitoria te recomendará:

  • Enjuagues bucales de lidocaína. Se utiliza como anestésico y se utiliza antes de las comidas para evitar las molestias a la hora de ingerir alimentos.
  • Antiinflamatorios para reducir la hinchazón de las llagas.
  • Corticoesteroides en formato de gel o colutorio para acelerar la cicatrización.
  • Antiséptico para actuar contra las bacterias y prevenir infecciones mayores.
  • Evitar comidas ácidas, cítricas o con mucho condimento para evitar el escozor hasta que se hayan curado las aftas.

Las llagas suelen volver a aparecer de vez en cuando, y aunque no hay cura, podemos reducir su frecuencia si evitamos los alimentos picantes o muy calientes, no masticamos chicle, realizamos la higiene bucodental con un cepillo suave e hilo dental y evitamos pastas de dientes que contengan lauril sulfato de sodio (aumenta el riesgo de aftas).

Y recuerda, si las heridas duran más de dos semanas, te salen muchas o te producen demasiado dolor, te recomendamos que acudas a la clínica dental en Zabalgana. Allí, sus profesionales te ayudarán a mitigar las molestias y te solventarán las dudas que tengas.